EL TATU



Dimensiones:
   Cabeza-cola 150 cm a 160 cm, de los cuales aproximadamente 50 cm corresponden a la cola. Es el mayor armadillo viviente.

Descripción:
   A la familia de los dasipódidos pertenecen los conocidos armadillos, unos mamíferos muy particulares que se caracterizan por tener una armadura ósea que les cubre el dorso y los costados que, a pesar de su aparente rigidez, en realidad resulta ser una estructura bastante flexible. Estos mamíferos pueden tener diferentes tamaños, siendo el Priodontes maximus el mayor armadillo viviente.   Su caparazón conjuntivo está formado por placas rígidas yuxtapuestas, enlazadas en la región central del dorso por unas fajas semicirculares que no están soldadas entre sí (cíngulos). El caparazón de los armadillos representa, por su extrema dureza, una excelente defensa contra sus predadores. En la parte media dorsal, estas piezas adquieren la suficiente movilidad para permitir el arrollamiento y extensión de su cuerpo. Gracias a este dispositivo pueden transformarse en una masa redonda y acorazada, en uno de cuyos polos guarda la cabeza, protegida a su vez, por las mismas defensas generales del cuerpo.
  

   Por su fabulosa fuerza, su voluminoso cuerpo y su excesivo peso que llega a los 60 kg, no le impiden correr ágilmente a buscar refugio en su cueva ante el ataque de algún enemigo. Los sentidos no están muy desarrollados en este animal, a excepción del olfato, que es especialmente agudo y tiene un importante papel en la detección de las presas. En cambio, parece que los dasipódidos, que carecen de papilas gustativas en la superficie de la lengua, no aprecian los sabores. La vista también es imperfecta y, como la mayoría de los mamíferos, estos animales no perciben los colores por carecer de conos en la retina, pero es un hecho que no tiene demasiada importancia en los animales de costumbres nocturnas.   Algunos experimentos realizados con armadillos pusieron en evidencia numerosos detalles sobre la respiración de los dasipódidos. Uno de ellos pudo comprobar que éstos podían aguantar su respiración por casi 6 minutos consecutivos, incluso sometidos a presión. Esta prolongada a

Comentarios